¿Qué es el Club de Bilderberg? (IV)

La elección de los invitados suele hacerse en marzo. El comité directivo señala la fecha del encuentro cuatro meses antes de su celebración. El nombre y dirección del hotel, local de la reunión, se comunica solo una semana antes. Los debates y conclusiones se mantienen en estricto secreto. Sorprendentemente a los medios de comunicación social no parece interesarles las asambleas del BG. A modo de ejemplo, si se consultan los archivos del diario El País desde su creación en el año 1976, la palbra "Bilderberg" aparece escrita solo once veces en este diario "independiente". Solamente en una como titular y en dos en subtítulo en el año 1977. Desde hace 17 años (1989, celebración de la reunión del BG en La Toja, España), figura una sola vez. Y esto a pesar de que Juan Luis Cebrián, consejero delegado de PRISA, es miembro asiduo del BG desde el año 2001. Los que no dejan dar un paso en paz a los "famosos" del mundo rosa, no se atreven a molestar en nada a los perosanjes más influyentes de la política, de la banca y del comercio mundiales. Nadie se arriesga a publicar el programa, las informaciones y los resultados de sus reuniones. El juramento de confidencialidad absoluta es hecho por los pasrticipantes y por los periodistas. Los directivos de los principales periódicos, así como de las más influyentes cadenas de radio y televisión, son a la vez profesionales del periodismo e invitados. La revista norteamericana The Spotlight es la excepción permanente para esta cuestión. Uno o más de sus enviados han logrado infiltrarse en las distintas reuniones anuales del BG. Por considerarla un peligro para un peligro para la globalización, el Gobierno consiguió que cerrara mediante un proceso judicial. Pero resurgió con un nombre nuevo, expresivo de sus intenciones de libertad: American Free Press. Gracias a sus informaciones se sabe que los objetivos del BG convergen en la debilitación progresiva de las soberanías nacionales y su transferencia a instituciones de índole oligárquica y supranacional.

El interés de los medios se concentra en la lista de participantes. Los invitados asisten solos (sin su esposa/o, amante, etc.). Los guardaespaldas vigilan, pero sin entrar jamás en la sala de la Conferencia, comen en un local aparte. He aquí el nombre de los españoles que han participado a partir del año 1982: Carvajal Urquijo, Jaime -Iberfomento- (1988, 1989, 1990, 1991, 1992, 1993, 1994, 1995, 1996, 1997, 19989, Aguirre y Gil de Biedma, Esperanza (1999, 2000), Almunia Amann, Joaquín (1998), Barón, Enrique (1988), Boyer, Miguel (1989), Cebrián, Juan Luis (1988, 1989, 1993, 2001, 2002, 2004, 2005, 2006), Dehesa, Guillermo de la -Banco Pastor- (1993), Ferre Salat, Carlos (1993), González, Felipe (1989), León Gross, Bernardino -secretario del Ministerio de Asuntos Exteriores- (2006), López, Francisco -Argentaria- (1995), Miguel y Egea, Ramón de -secretario, Ministerio para Asuntos Europeos- (2001, 2002), Palacio, Loyola (2005), Polanco, Jesús de (1989), Pujol, Jordi (1991), Rato Figueredo, Rodrigo (1992, 1994), Rodríguez Inciarte, Matías -Banco de Santander- (1997, 1998, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004, 2005, 20069, Sebastián Gascón, Miguel (2005), Serra Rexach, Eduardo (2005), Serra i Serra, Narcís (1991, 1992), Solana Madariaga, Javier (1997, 1999), Solbes Mira, Pedro (1999), Sofía, reina de España (1991, 1992, 1994, 1996, 2001, 2003, 2005), Trillo Figueroa, Federico (1995), Yáñez-Barnuovo, Juan A. (1988, 1996) -hermano de Luis Yáñez, "fontanero" en Presidencia del Gobierno de Felipe González-, Ybarra y Churruca, Emilio de -Banco BBVA- (1988). De ellos, todos han sido invitados, menos Jaime Carvajal Urquijo, que durante nueve años (1989-1998) participó por formar parte del Steering Committé. El BG es "una sociedad secreta, satélite del CFR. Nada sabemos sobre los criterios que utiliza para el reclutamiento y la invitación a sus miembros. Estos dicen que no asisten a las reuniones a título privado, sino en virtud de sus altos puestos... El BG, como su matriz el CFR, es una promoción masónica" (R. de la Cierva, o.c. pág. 618). Es verdad, aunque ellos digan que "asisten en calidad de ciudadanos privados y no como representantes oficiales" (D. Estulin, o.c. 33).

(La trama masónica, Manuel Guerra)